A mis amigos de la locura (narración de Carlos Umpierre)

A mis amigos de la locura
(Narración de Carlos Umpierre)

No, no me lo imagino, se que no me lo estoy imaginando, yo se que es verdad porque aunque yo soy loco y no pertenezco ala normalidad no me imagino cosas, y se que no son imaginaciones mías, yo se muy bien que cuando lean esto les va a estar raro que sea un caso el que lo escriba. Casi siempre son los psiquiatras los que escriben mucho porque tienen derecho de hacerlo. Yo no se si los casos tenemos derecho de hacerlo porque la verdad es que a los casos casi nadie nos hace mucho caso, fíjense como las palabras mismas lo dicen, pero a veces me siento rebelde auque por supuesto esto es un síntoma. Alguna gente no sabe lo que es pero ustedes pueden ver que aquí uno aprende sus cositas y sus palabritas también. Además que mato el tiempo, aunque no se si hago esto por matar el tiempo porque el tiempo es casi siempre el que mata a uno. O siempre. Casi siempre el se pasa mas tiempo de la cuenta con la señora Romeu, y no lo digo con malicia porque ustedes saben que los psiquiatras son profesionales. Pero si él tiene derecho a coger de mi tiempo para dárselo a alguien más, yo tengo también derecho a escribir en ese tiempo aunque se supone que no lo haga. Ojo por ojo. Aunque el psiquiatra es como un cura pero más moderno, y ustedes saben que ellos no hacen nada malo. Otra diferencia es que hacen mejores chistes, pero claro no cuando estamos en la terapia porque ahí tienen que ser doblemente serios. Quizás es por eso que hacen tantos chistes afuera, porque sino imagínense. Ya mismo viene esa secretaria tiquismiquis con todas sus penderás. Yo me sonrío con ella por ser cortés y contestarle la sonrisa y todo eso, pero no me gusta como me mira. Como que de lejitos. Ni esa vocecita. Habla como si estuviese escribiendo maquinilla. ¿Cómo se siente hoy? Siempre le digo que bien aunque esté bien jodido. ¿Pero por que carajo tu crees que estoy en esta oficina canto e pendeja? Perdonen las malas palabras pero ustedes ya saben que yo estoy mal de la cabeza y el doctor me dijo que era bueno desahogarse. Además ustedes saben que el mal está en la mente, y el malo es el que le hace daño a otro, y estas palabras no las digo para hacerle daño a nadie, y a veces los que critican son los que más daño hacen, así que yo lo siento en el alma pero me van a tener que perdonar porque los jodones son ustedes si se ponen a criticar estas pendejadas, aunque yo me imagino que no lo están haciendo. Y no crean que cuando uno está craqueado eso quiere decir que uno es bruto. A veces es lo contrario.
Perdonen que no me haya presentado antes pero yo soy Carlos Umpierre. No tienen que pensarlo. Yo se que eso es un apellido un poco raro pero no sé quien tuvo la culpa porque eso es algo de muchas generaciones. Por ese lado no puedo echarle la culpa al viejo mío aunque por otros lados si, yo se que mi nombre no les dice nada pero por algún lado hay que empezar para después llegar al grano y eso de que sea raro tampoco es tan malo. Ustedes saben que en muchas tiendas casi siempre las cosas más raras son las más caras, y eso no es ninguna coincidencia. Lo raro es lo caro. Lo raro, lo caro, pega, lo raro, Locaro .Lorarolocaro. Pato. Lorarolocaroparo.
No se apuren, eso es un relajito mío. Fíjense lo bien que pega, y como pegaba lo pegué. Pero yo se que no es así. Y ya hacen 3 semanas que yo le pregunte al doctor que a quién encontraba mas raro, a el o a mi. Se río un rato y esto me olió sospechoso porque yo ya les dije que ellos no se pueden reír mucho en la terapia. Pero como que le vaciló la cuestión esta de la rareza y se la gozó completita y entonces, como de costumbre, no me contestó sino que me brincó encima con otra pregunta. Parece que ve mis palabras como bolitas de ping-pong, o como si las mías fuesen el ping y las suyas el pong pero tratando siempre de que el pong sea mas fuerte que el ping. Pero a veces yo le corto la bolita, osea la curveo y él me la conecta de rebote pero como tiene piquete le sale para otro lado donde yo ya lo estoy esperando. Entonces ¡fuapiti! La klikeo. Y si el vuelve yo vuelvo y ¡fua! ¡fua! ¡fua! Pero el asunto es que me preguntó que por que yo hacia esa pregunta de cuál de nosotros dos era más raro, y cuando yo me le quedé callado me preguntó que por que yo lo veía a el como una persona rara. O sea que no me entendió. Porque yo sé que yo no lo estaba viendo a él como raro, al revés, yo lo veo a él como demasiado normal y a mi como demasiado raro, y quería saber si él también me veía a mí como el más raro de los 2 porque últimamente estoy encontrando que las cosas raras casi siempre valen más que las otras. ¿Se dan cuenta de la jugada? También me di cuenta de que ellos no siempre tienen la razón. Yo al principio creía que ellos nunca fallaban, pero ahí fallo. Me sentí bien chévere por dentro. No porque lo quería joder, ustedes saben que no es eso, pero es que a uno también de vez en cuando le gusta ganar y con un psiquiatra a uno casi siempre le toca perder. Como que estudian para eso mismo, según dicen por ahí.
Y pensando bien ahora, ellos como que también son algo raros ¿verdad? Digo…un psiquiatra no es algo común y corriente que uno se encuentre por ahí por las calles todos los días como un aparato de esos ¿verdad que no? Ah bueno… pues de pájaro raro a pájaro raro no nos llevamos nada. ¡Y no estoy diciendo que eso sea malo ¡pero así ellos lo ven como malo tienen que empezar por ellos mismos mirándose en el espejo y viendo su propia rareza. Pero yo se que ninguno lo va a admitir. Ninguno se va a mirar y va a decir: ¡coño que aparato raro yo soy! OH no los raros somos todos los pacientes locos, ellos no son raros, ná, tu sabes. ¡Pero miren! ¡No se avergüencen de ser raros! ¡Si hace falta de todo en la viña del señor! Imagínense que nos montemos en una lancha y nos encontremos con 14 personas iguales a nosotros con los mismos pensamientos y todo. ¡Coño que aburrido sería esto! ¿Verdad? Ah pues… mas nada con el testigo. No nos metan a todos en el molde entonces. Porque ¿Quién hace el molde y a cuenta de que? ¿Ah?
Bueno ya esta bien de estar juzgando a mi psiquiatra. El es el que tiene derecho a jugarme, digo a juzgarme a mí, y lo hace, aunque me dice  y me repite y me machaca que no lo hace, pero si no lo hiciera de verdad, de verdad, de verdad, tú sabes, lo mismo me sentaría yo en un lado del escritorio que en el otro. Todos nos juzgamos. Y la diferencia entre los 2 pájaros raros es que uno le esta pegando a otro. Y uno como que necesita más porque el otro es un pájaro mas fuerte porque tiene la fuerza de la sociedad que lo ha nombrado como juez oficial del evento para que decida la palabra final sobre quienes son los pájaros raros y quienes no son los pájaros raros. O sea, que es como un teniente acusando a un cabo de ser policía. Y a  veces yo me pregunto: ¿hay algún pájaro que no sea raro? Porque hay pájaros poderosos y hay pájaros débiles, pero para mí todos los pájaros son raros. Y por eso mismo es que nos gustan tanto y son tan lindos. Claro, aparte de los buitres que lo que comen es despojos humanos y de animales. Es difícil de encontrarle lo lindo a un buitre aunque uno trate y trate porque hasta en las plumas tienen los cantos pelaos. No se porque se me viene en mente ese libro de poesías que tiene en la potada un pájaro loco armado hasta los dientes ¿se acuerdan? Como diciendo que los locos también pueden tener fuerza.
Aunque por supuesto deben haber algunos de ustedes pensando que los pájaros no deben tirarles a las escopetas, como cuando uno era nene y le contestaba a alguien grande, y la persona decía “ay virgen, hoy en día hasta los pájaros quieren tirarle a las escopetas”. Y eso mismo es lo que pasa con muchos jefes en los trabajos y con los psiquiatras que piensan que uno es el único pájaro y ellos son las escopetas. ¡Lo están confesando! Así tan campantemente. ¡Nos dicen con la cara fresca que son unas escopetas y que nos tienen encañonaos! Y se supone que uno se que de lo mas tranquilo, tu sabes, aquí no ha pasado ná. Y la verdad es que mas vale que me tranquilice… no agitarme mucho… porque ya uno sabe lo que le viene pa encima. Pero miren, y perdonen que los mande pero les voy a pedir algo de favor: cuando oigan otra vez el refrancito ese por ahí díganle al hijo de la gran puta que lo está diciendo que ya es hora que los pájaros le disparen a las escopetas. ¿Okei?
Pero volviendo al tema de los pájaros raros ¿se acuerdan? El asunto es que a veces un pájaro tiene que pagarle al otro pájaro pa que lo ayude aunque no esté de acuerdo con lo que digan todos los pajarracos que son mas o menos iguales al segundo pájaro ¿me entienden? Y a veces hay que tragar y  tragar… pero ahí vamos… cuando se necesita, se necesita y se acabó.
Que raro que la secre no me ha venido a avisar para mi turno pero no debo agitarme porque me imagino que la señora Romeo está hoy mas jodida que yo. Las palabras. Ustedes perdonen, pero ya saben, y tampoco es que sea comemierda pero es que es mucho mas fácil decirlas que escribirlas, y a veces uno no sabe si escribirlas o no escribirlas porque de cualquier manera si las dices eres un sucio y si no las dices eres un comemierda, así que no se preocupen, no importa, porque palo si boga y palo si no boga. Como mi psiquiatra. Si uno viene bastante callao es porque está deprimido, o porque está tímido y no se atreve hablar. O porque está ocultando algo. Y entonces si uno viene hablando mucho es porque está ansioso. ¡Coño! ¿Y tu mijo? ¿No te aplicas la misma vara?
Como la psicóloga aquella que nos habló en la escuela y nos dijo que los que se sentaban al frente del salón eran los que estaban más necesitados de estar pegados a la maestra o algo así. Los alcahuetes, dijo uno por allí, ustedes saben, uno de los más jodoncitos, de los que no se sientan al frente. Entonces resulta que los que se sientan en el medio es porque quieren ser el centro de atención, o al revés, porque se quieren desaparecer en el montón. Y los que se sientan atrás es porque son así medio rebeldes, como que quieren estar aparte. Y todos nos miramos unos a otros. Y yo me quede así como que pensando y pensé: me cago en la potoroca. ¿Dónde carajo me voy a sentar? ¡Dónde rayete quiere que se siente uno sin que salga uno jodido! ¿En la falda suya? ¿En el piso pa que barran el piso con uno comoquiera? ¿Dónde se hubiera sentado usted señorita? ¿Ah? ¿Dónde se hubiera sentado? ¡Y dígame por que! ¿Por qué no mas allá o por aquel otro lao? ¿Usted es de las alcahuetas o de las rebeldes o de cuáles? Coño la verdad es que hay gente que vino a este mundo a complicarnos la existencia. ¡No voy a decirles dónde me senté yo! Palo si boga y palo si no boga. ¡Todo el mundo estaba lo mas tranquilo sentado en su sitio hasta que vino esa señora a jodernos la cabeza con toda esa bazofia!
Pero uno va adaptándose poco a poco. Como a todo en la  vida. Hay que adaptarse a cualquier cosa, a lo que sea. Por eso estoy aquí. Como decía mi abuela, hay que adaptarse a todo. ¡A todo, coño, a todo! ¿Saben lo que es eso? Lo malo es adaptarse a la adaptación, pero eso es lo de menos aunque quizás lo de más. Es mejor que ella no me haya venido a avisar y aparecido aquí de momento porque si me cogen  escribiendo van a querer meter las narices en lo que no les importa. Primero la secre y después el doctor. Cual de las dos más largas y uno sin tijeras. La de ella tiene mas pelitos. Que raro. Pero si me coge escribiendo rompo el papel en mil pedazos, así que si ustedes lo llegan a leer o por supuesto si lo están leyendo ahora es porque no me cogieron con las manos en la masa. Y yo sé hacer las cosas porque lo estoy escribiendo en papelitos chiquitos con numeritos en cada uno. Termino  un papelito, lo guardo y cojo otro y si me cogen solo ven un papel chiquito y no le hacen mucho caso, porque a los chiquitos tampoco se les hace caso, y si lo tengo que botar lo boto, pero me lo embotello en la cabeza y me quedo con todos los demás en los bolsillos, como ese cuento raro de gente rara que se dedica aprenderse los libros de memoria porque los quieren destruir pfff.
Ya en casa lo pasó todo en papeles grandes pero sin cambiar una sola palabra, porque cuando uno cambia una palabra puede mejorar pero también puede empeorar, y si la cambio yo casi seguro empeora, por eso el cuñado mío, a quien aprovecho para darle mis más infinitas gracias, es el que siempre lo corrige. No crean que es la primera vez. Ya yo he hecho esto unas cuantas veces y siempre término botando lo que hago, pero esta vez a lo mejor lo guardo porque quiero que ustedes hagan jueces. No se como explicarles lo que quiero decirles, o quizás  suena mejor al revés, decirles lo que quiero explicarles, como sea, no importa. Lo que importa es que esto no es para condenar a nadie. Al doctor ni a nadie. Pueden estar seguros de eso. Lo único que pasa es que algunas veces el y yo como que no estamos en la misma onda, eso es todo, no estamos de acuerdo en algunas cosas, aunque el no sabe que yo no estoy de acuerdo con el, y yo quisiera que otras personas de afuera me ayudasen por favor a ver si el es el que siempre esta bien o si yo a veces puedo ser quizás el que tiene la razón. O sea, cuando estoy con él como que él esta bien en todo y siempre tiene la razón, y yo como soy el paciente que esta jodido, con el permiso de los jueces que sean señoritas, pues siempre soy el que esta mal y nunca tiene la razón. O sea, que yo los necesito a ustedes como árbitros y por eso no voy a botar esto, para que ustedes lo vean, y yo los veo a ustedes como mis amigos pero no deben dejar que esto tenga influencia sobre sus opiniones y tampoco quiero que piensen que estoy tratando ahora de comerles el cerebro. Si nos vemos en la calle, pues chido, podemos hacer cualquier cosa juntos, como decía un maestro mío en la escuela, pero esto es otro asunto, esto es un asunto serio, un asunto casi de vida o muerte porque dependiendo de cuál de los 2 tenga la razón pues yo me tiro mas para un lado o para el otro. Y dejo de mecerme. Porque a veces estoy más allá y a veces mas acá. Y uno de los 2 tiene que estar mal. Por eso quiero la opinión de ustedes. O sea que esto puede decidir mi vida. Por eso les pido la mayor seriedad posible y no dejen que las emociones pongan una venda sobre los ojos ciegos de la justicia. Porque si ya esta ciega no hay que ponerle venda. ¿Entienden? Y recuerden que yo estoy aquí por loco, no por bruto ni por pendejo. ¿Me entienden? Por que a veces ni los psiquiatras entienden, y nadie entiende, y no entienden que no entienden que no entienden. Y esto es serio. Porque a veces yo bromeo pero son bromas serias. ¿Entienden? Porque cuando uno está así la broma es lo mismo que lo serio. ¿Se fijan? Y de momento todo es serio. Y ahí es que se jode uno. ¿Ven?
No, pero miren, no, el doctor es buena gente, yo no hago esto porque sea malo. Dios me guarde. Lo que pasa es que tienen esa cuestión, tú sabes. Entonces por ser buena gente yo no me voy a dejar joder. Y no es que el me quiera joder a mi, asi de maldad. El me quiere ayudar mucho. Si para eso es que le pagan mucho. Lo que pasa es que yo mismo no se explicar entonces la forma en que me jode. Debe ser  culpa mía. Yo ya estaba jodido desde antes. Pero aunque sea algo en mi manera de ser yo no puedo dejar que su manera de ser me joda y la verdad es que hay algo en su manera de ser, yo no se que, que me jode y me requetejode y ya se está jodiendo todo lo que estoy escribiendo con esta jodia palabra, y yo quiero mejorar, porque si no mejoro, me jodo. Pero que pasa, que yo cuando estoy jodido, con razón o sin razón, si no me pongo rebelde me quedo ahí mismo, jodido. Donde estoy. Y a veces para estar jodido es mejor estar jodon. Un jodon jodido. Que se jodan los demás, que se joda todo el mundo, pero entonces uno se jode mas todavía. Que jodienda ¿ah? Y entonces me doy cuenta que cuando estoy más jodido, cuando estoy que no pego una, es cunado el esta mas contento. Yo se cuando se pone contento aunque no se ria ni se sonría porque le conozco la contentura cuando se le llena la cara, que bastante grande que la tiene, de confianza y como que se estira la barriga, y es casi siempre cuando le da un haloncito con las 2 manos a la solapa del chaquetón como para recordarme que el es el que lo tiene puesto. Y entonces cuando por fin un día pego una, es cuando mas serio se ve. Por eso ahora mismo me siento chévere, como hacia tiempo, porque estoy haciendo esto que no lo va a poner nada contento, sobre todo porque no lo va a ver, porque yo no voy a dejar que lo vea, y ustedes van a pensar que yo le estoy cogiendo manía, y lo malo es que yo creo que no se equivocan, pero yo  reconozco que eso debe ser otro de mis síntomas. Miren, yo confieso que yo tengo síntomas, yo soy un saco de síntomas, y no lo niego porque todo el mundo, el que más o el que menos, tiene síntomas, así que ustedes tampoco deben sentirse mal. Y yo le recomiendo a los psiquiatras que perdonando mi atrevimiento ustedes también deberían tratar de disimular sus propios síntomas porque me he dado cuenta que todos tenemos problemas y ustedes no deben sentirse tan mal de tener problemas porque también son humanos, pero todos los problemas tienen síntomas, y en la terapia deben practicar a disfrazar un poco mas sus síntomas cuando están cono nosotros para evitar que unos síntomas se crucen y se mezclen y se enreden con otros síntomas y se forme un revolu de síntomas como un cortocircuito porque hay un cable positivo que esta pelao, aunque se supone que el positivo nunca se pele, y hace contacto con el negativo que desde el principio está pelao y cuando esto pasa le dan  ganas a uno d salir corriendo de la oficina porque es como si uno de momento se da cuenta que el electricista esta electrocutado. Por eso yo me despego y me confundo y trato de asomarme entre los síntomas y lo miro a la cara, y de momento no sé si soy el caso que estoy alado de allá o si está al lado de acá del escritorio o si es que hay como un espejo en el miedo, o sea en el medio, o es solo un cristal frío, a menso que los ciegos estén guiando a los ciegos y seamos todos casos. Auque para l ciego no hay espejos y un psiquiatra es como tener muchos ojos. Y muchas bocas. Por qué casi nunca hablan, pero cuando hablan, y hablan y hablan y hablan y cualquiera diría que no saben lo que están hablando porque marean y enredan tanto las palabras, unas palabras con otras palabras, que forman un revoltillo de palabras, como cuando uno bate los huevos que le da vueltas y mas vueltas hasta que se vuelven amarillos como el sol, pero un sol que da directo en los ojos y en vez de alumbrar a uno lo ciega. Y ellos con muchos ojos y nosotros ciegos. Y cuando uno por fin mira lo que ve es el plato ese de espaguetis enredados en la salsa esa bien colará que parecen un montón de ombligos mal cortados de niños que al nacer reciben las nalgadas de personas que piensan que las dan para hacerlos respirar pero que las dan en realidad para hacerles daño. Como mi psiquiatra. Y no saben que todos los niños, como los locos, aunque se suponen que no lo hagamos, nos damos cuenta, mucha cuenta, demasiada. Los que parece que no se dan cuenta son ellos. Con todo y su montón de ojos. O yo no se si se darán cuenta, pero lo disimulan mas que bien. Porque a veces ni saben de lo que uno esta hablando. Como ahora mismo. Porque yo se que no saben, y eso me hace saber algo más que ellos no sabe. Ah y mucha gente piensa que los niños también dicen disparates. Eso es todo.
O no es todo en realidad porque hablando de ciegos y espaguetis eso me recuerda la vez que me quiso dar a entender que las ideas rebeldes mías se deben a que una vez el viejo mío me amarro por 4 horas a una silla y me dio unos cuantos cocotazos hasta que me hizo comer los espaguetis de lata aquellos que el había comprado y que a nadie en casa le gustaron pero yo fui el que abrió la boca y dijo que sabían a tomate podrido. Pero que pasa, que le explique entonces al psiquiatra que en casa le hacían eso a todo el mundo y que en el barrio mío amarraban y le hacían cosas peores a casi todos los chamaquitos de por allí, pero casi ninguno de los chamaquitos de casa ni de por allí salió con las ideas mías. Ósea, porque el tipo me está diciendo que mis idas no valen un carajo, que salieron todas del amarrón de la silla, como si a el nunca le hubiesen hecho nada, pero yo se que a el le han hecho algo y aunque le han hecho no va a decir lo que le han hecho porque no quiere decir que sus ideas se deben a eso que le han hecho. Mis ideas si, pero las de el no. Que lindo esta eso. Ahhh bueno. La misma moneda. Y también le pagué con la misma la vez que le conté un sueño con unos camarones que estaba usando de carnada para pescar, no recuerdo si detrás de la princesa o por el frente de san jerónimo porque en los 2 sitios se pesca bien. Aunque a mí me gusta pescar en el agua clara y ya no se puede pescar por la princesa porque cada vez que uno tira el anzuelo desde el muellecito lo que saca es un reguerote de papel de inodoro embotellao en el anzuelo y no es de ninguna princesa. Coño, y ahí todo el piso del mar parece que esta lleno del papel asqueroso ese. Imagínense eso. El mar. No se salva ni el mar. Ni el fondo del mar. Yo quisiera saber quien fue el puerco que mando a echar todo eso ahí. Iba a estar buceando como por un año. Lo que llevo yo de terapia. Sacando también mi propia mierda. Y como dice el doctor que el mar quiere decir el inconsciente… bueno pero el asunto es que el doctor me dio a entender que el camarón que yo enganchaba en el sueño en el anzuelo quería decir el miembro mío. No se como carajo llego a esa conclusión, estaba como que enlatando los espaguetis de nuevo después de habérmelos vomitado encima, pero hizo un empate ahí diciendo que el pargo que venia en el sueño a comerme el camarón quería decir que yo tenia miedo que me castraran. Entonces yo no le dije nada, pero me quedé un rato mirando el retrato que tiene en su escritorio debajo del cristal, al lado del que esta con una escopeta y un pájaro acribillao, pero en este aparece agarrando con la mano derecha una barracuda grande que él mismo pescó y con la izquierda un trofeo, y me ha contado como 14  veces que a todos sus pacientes se les hace difícil creer que con ese anzuelito pequeño que tiene también por allí encima del escritorio pudo coger una picúa tan grande. Entonces yo pensé en decirle mire doctor, si el camarón mió es un síntoma de algo, la barracuda suya es un síntoma mas largo todavía. Y yo mirando la barracuda para que se acabe de dar cuenta. Pero no se dio cuenta o no se quiso dar cuenta de la mirada mía. A lo mejor se hizo el chivo loco. Porque la verdad es que era una picua tan larga que el carajo, y con unos dientes que si le llegan a coger un dedo al doctor ¡ay bendito! Se lo castra.

Y hablando de todo un poco, en el barrio mío le dicen picúa al que se deja coger de suruma, tu sabes, de mango bajito, y los que vivíamos mas debajo de la vía éramos mas listos para muchas cosas que los blanquitos que vivían más arriba y como el doctor este parece bastante blanquito a lo mejor no era tan listo cuando chiquito y quiere ponerse al día ahora, tu sabes, de las gentes que se las sabe todas, que se quieren pasar de listo y coger a todo el mundo de picúa, y por eso yo pensé que si el había  cogido una picúa tan grande con un anzuelo tan pequeño podía enganchar a veinte como yo con ese montón de diplomas que tiene tendidos en la pared, porque después de las primeras 3 citas me disparo con una cuenta mas larga que el yate nuevo que se compro y tuve que hacerle un cuento pa que me baje la cuenta inventándome síntomas de los pocos que no tengo pa que me deje respirar. Porque esta violento eso de pensar que cada uno de los que estamos jodidos tenemos un castigo por estar jodidos, y tenemos que contribuir con algún embeleco para su yate. Pa acabar de jodernos más. Si, porque además de estar jodidos de la cabeza se nos acaba de joder el bolsillo también y un problema trae otro problema y otro y otro. Yo no se como rayos se las arreglan esos que llevan 15 y 20 años despellejándose el alma en las  terapias mientras les despellejan los bolsillos porque, mi pana, la verdad es que hoy en día es un lujo enfermarse. Eso dice mucho de un país ¿verdad? Y esta el loco por ahí que hace orilla, son mas los que están sueltos como dicen, pero el psiquiatra dice que mas vale pájaro en mano que cientos volando, tu sabes, vale más pa su bolsillo. Pero además de inventarme más síntomas y ponerlo a pensar en pajaritos preñaos, le metí el paquete de que tan pronto me mejorase un poco iba a hacer billetes largos en un trabajito que me ofreció uno de los 5 cuñados míos. Como yo conozco la gasolina que hace caminar a esta gente decidí echarle ese tigre en su tanque, y le dije eso del trabajo para que se entusiasmara en curarme para yo poder pagarle entonces todo lo que le debo. Y parece que mordió el anzuelo porque después de eso como que cogió impulso y sacó más fuerzas de algún lado para tratar de sacarme del atolladero, pero entonces aunque yo salía un poco le daba a entender que estaba mas atollao de la cuenta y me inventaba algunos sueños y todo eso pa que goce, porque cuidado que  gozan con los sueños los muy condenados. ¡Ay virgen qué querrá decir eso! ¿Verdad? Ese gustito en los sueños ajenos. Así que yo le daba por donde le gustaba y le seguía soltando hilo. Porque yo estaba atollao pero si halaba muy duro el hilo se partía y me quedaba yo como una chiringa al garete. Y hablando de abollamientos acaba de salir ahora la señora Romeu peinándose, así que más vale que esconda esto y después les cuento.

Comentarios

Entradas populares