A mis amigos de la locura (narración de Carlos Umpierre)
A mis amigos de la locura
(Narración de Carlos Umpierre)
(Narración de Carlos Umpierre)
No,
no me lo imagino, se que no me lo estoy imaginando, yo se que es verdad porque
aunque yo soy loco y no pertenezco ala normalidad no me imagino cosas, y se que
no son imaginaciones mías, yo se muy bien que cuando lean esto les va a estar
raro que sea un caso el que lo escriba. Casi siempre son los psiquiatras los
que escriben mucho porque tienen derecho de hacerlo. Yo no se si los casos
tenemos derecho de hacerlo porque la verdad es que a los casos casi nadie nos
hace mucho caso, fíjense como las palabras mismas lo dicen, pero a veces me
siento rebelde auque por supuesto esto es un síntoma. Alguna gente no sabe lo
que es pero ustedes pueden ver que aquí uno aprende sus cositas y sus
palabritas también. Además que mato el tiempo, aunque no se si hago esto por
matar el tiempo porque el tiempo es casi siempre el que mata a uno. O siempre.
Casi siempre el se pasa mas tiempo de la cuenta con la señora Romeu, y no lo
digo con malicia porque ustedes saben que los psiquiatras son profesionales.
Pero si él tiene derecho a coger de mi tiempo para dárselo a alguien más, yo
tengo también derecho a escribir en ese tiempo aunque se supone que no lo haga.
Ojo por ojo. Aunque el psiquiatra es como un cura pero más moderno, y ustedes
saben que ellos no hacen nada malo. Otra diferencia es que hacen mejores
chistes, pero claro no cuando estamos en la terapia porque ahí tienen que ser
doblemente serios. Quizás es por eso que hacen tantos chistes afuera, porque
sino imagínense. Ya mismo viene esa secretaria tiquismiquis con todas sus
penderás. Yo me sonrío con ella por ser cortés y contestarle la sonrisa y todo
eso, pero no me gusta como me mira. Como que de lejitos. Ni esa vocecita. Habla
como si estuviese escribiendo maquinilla. ¿Cómo se siente hoy? Siempre le digo
que bien aunque esté bien jodido. ¿Pero por que carajo tu crees que estoy en
esta oficina canto e pendeja? Perdonen las malas palabras pero ustedes ya saben
que yo estoy mal de la cabeza y el doctor me dijo que era bueno desahogarse.
Además ustedes saben que el mal está en la mente, y el malo es el que le hace
daño a otro, y estas palabras no las digo para hacerle daño a nadie, y a veces
los que critican son los que más daño hacen, así que yo lo siento en el alma
pero me van a tener que perdonar porque los jodones son ustedes si se ponen a
criticar estas pendejadas, aunque yo me imagino que no lo están haciendo. Y no
crean que cuando uno está craqueado eso quiere decir que uno es bruto. A veces
es lo contrario.
Perdonen
que no me haya presentado antes pero yo soy Carlos Umpierre. No tienen que
pensarlo. Yo se que eso es un apellido un poco raro pero no sé quien tuvo la
culpa porque eso es algo de muchas generaciones. Por ese lado no puedo echarle
la culpa al viejo mío aunque por otros lados si, yo se que mi nombre no les
dice nada pero por algún lado hay que empezar para después llegar al grano y
eso de que sea raro tampoco es tan malo. Ustedes saben que en muchas tiendas
casi siempre las cosas más raras son las más caras, y eso no es ninguna
coincidencia. Lo raro es lo caro. Lo raro, lo caro, pega, lo raro, Locaro
.Lorarolocaro. Pato. Lorarolocaroparo.
No
se apuren, eso es un relajito mío. Fíjense lo bien que pega, y como pegaba lo
pegué. Pero yo se que no es así. Y ya hacen 3 semanas que yo le pregunte al
doctor que a quién encontraba mas raro, a el o a mi. Se río un rato y esto me
olió sospechoso porque yo ya les dije que ellos no se pueden reír mucho en la
terapia. Pero como que le vaciló la cuestión esta de la rareza y se la gozó
completita y entonces, como de costumbre, no me contestó sino que me brincó
encima con otra pregunta. Parece que ve mis palabras como bolitas de ping-pong,
o como si las mías fuesen el ping y las suyas el pong pero tratando siempre de que
el pong sea mas fuerte que el ping. Pero a veces yo le corto la bolita, osea la
curveo y él me la conecta de rebote pero como tiene piquete le sale para otro
lado donde yo ya lo estoy esperando. Entonces ¡fuapiti! La klikeo. Y si el
vuelve yo vuelvo y ¡fua! ¡fua! ¡fua! Pero el asunto es que me preguntó que por
que yo hacia esa pregunta de cuál de nosotros dos era más raro, y cuando yo me
le quedé callado me preguntó que por que yo lo veía a el como una persona rara.
O sea que no me entendió. Porque yo sé que yo no lo estaba viendo a él como
raro, al revés, yo lo veo a él como demasiado normal y a mi como demasiado
raro, y quería saber si él también me veía a mí como el más raro de los 2
porque últimamente estoy encontrando que las cosas raras casi siempre valen más
que las otras. ¿Se dan cuenta de la jugada? También me di cuenta de que ellos
no siempre tienen la razón. Yo al principio creía que ellos nunca fallaban,
pero ahí fallo. Me sentí bien chévere por dentro. No porque lo quería joder,
ustedes saben que no es eso, pero es que a uno también de vez en cuando le
gusta ganar y con un psiquiatra a uno casi siempre le toca perder. Como que
estudian para eso mismo, según dicen por ahí.
Y
pensando bien ahora, ellos como que también son algo raros ¿verdad? Digo…un
psiquiatra no es algo común y corriente que uno se encuentre por ahí por las
calles todos los días como un aparato de esos ¿verdad que no? Ah bueno… pues de
pájaro raro a pájaro raro no nos llevamos nada. ¡Y no estoy diciendo que eso
sea malo ¡pero así ellos lo ven como malo tienen que empezar por ellos mismos
mirándose en el espejo y viendo su propia rareza. Pero yo se que ninguno lo va
a admitir. Ninguno se va a mirar y va a decir: ¡coño que aparato raro yo soy!
OH no los raros somos todos los pacientes locos, ellos no son raros, ná, tu
sabes. ¡Pero miren! ¡No se avergüencen de ser raros! ¡Si hace falta de todo en
la viña del señor! Imagínense que nos montemos en una lancha y nos encontremos
con 14 personas iguales a nosotros con los mismos pensamientos y todo. ¡Coño
que aburrido sería esto! ¿Verdad? Ah pues… mas nada con el testigo. No nos
metan a todos en el molde entonces. Porque ¿Quién hace el molde y a cuenta de
que? ¿Ah?
Bueno
ya esta bien de estar juzgando a mi psiquiatra. El es el que tiene derecho a
jugarme, digo a juzgarme a mí, y lo hace, aunque me dice y me repite y me machaca que no lo hace, pero
si no lo hiciera de verdad, de verdad, de verdad, tú sabes, lo mismo me
sentaría yo en un lado del escritorio que en el otro. Todos nos juzgamos. Y la
diferencia entre los 2 pájaros raros es que uno le esta pegando a otro. Y uno
como que necesita más porque el otro es un pájaro mas fuerte porque tiene la
fuerza de la sociedad que lo ha nombrado como juez oficial del evento para que
decida la palabra final sobre quienes son los pájaros raros y quienes no son
los pájaros raros. O sea, que es como un teniente acusando a un cabo de ser
policía. Y a veces yo me pregunto: ¿hay
algún pájaro que no sea raro? Porque hay pájaros poderosos y hay pájaros débiles,
pero para mí todos los pájaros son raros. Y por eso mismo es que nos gustan
tanto y son tan lindos. Claro, aparte de los buitres que lo que comen es
despojos humanos y de animales. Es difícil de encontrarle lo lindo a un buitre
aunque uno trate y trate porque hasta en las plumas tienen los cantos pelaos.
No se porque se me viene en mente ese libro de poesías que tiene en la potada
un pájaro loco armado hasta los dientes ¿se acuerdan? Como diciendo que los
locos también pueden tener fuerza.
Aunque
por supuesto deben haber algunos de ustedes pensando que los pájaros no deben
tirarles a las escopetas, como cuando uno era nene y le contestaba a alguien
grande, y la persona decía “ay virgen, hoy en día hasta los pájaros quieren
tirarle a las escopetas”. Y eso mismo es lo que pasa con muchos jefes en los
trabajos y con los psiquiatras que piensan que uno es el único pájaro y ellos
son las escopetas. ¡Lo están confesando! Así tan campantemente. ¡Nos dicen con
la cara fresca que son unas escopetas y que nos tienen encañonaos! Y se supone
que uno se que de lo mas tranquilo, tu sabes, aquí no ha pasado ná. Y la verdad
es que mas vale que me tranquilice… no agitarme mucho… porque ya uno sabe lo
que le viene pa encima. Pero miren, y perdonen que los mande pero les voy a
pedir algo de favor: cuando oigan otra vez el refrancito ese por ahí díganle al
hijo de la gran puta que lo está diciendo que ya es hora que los pájaros le
disparen a las escopetas. ¿Okei?
Pero
volviendo al tema de los pájaros raros ¿se acuerdan? El asunto es que a veces
un pájaro tiene que pagarle al otro pájaro pa que lo ayude aunque no esté de
acuerdo con lo que digan todos los pajarracos que son mas o menos iguales al
segundo pájaro ¿me entienden? Y a veces hay que tragar y tragar… pero ahí vamos… cuando se necesita,
se necesita y se acabó.
Que
raro que la secre no me ha venido a avisar para mi turno pero no debo agitarme
porque me imagino que la señora Romeo está hoy mas jodida que yo. Las palabras.
Ustedes perdonen, pero ya saben, y tampoco es que sea comemierda pero es que es
mucho mas fácil decirlas que escribirlas, y a veces uno no sabe si escribirlas
o no escribirlas porque de cualquier manera si las dices eres un sucio y si no
las dices eres un comemierda, así que no se preocupen, no importa, porque palo
si boga y palo si no boga. Como mi psiquiatra. Si uno viene bastante callao es
porque está deprimido, o porque está tímido y no se atreve hablar. O porque
está ocultando algo. Y entonces si uno viene hablando mucho es porque está
ansioso. ¡Coño! ¿Y tu mijo? ¿No te aplicas la misma vara?
Como
la psicóloga aquella que nos habló en la escuela y nos dijo que los que se
sentaban al frente del salón eran los que estaban más necesitados de estar
pegados a la maestra o algo así. Los alcahuetes, dijo uno por allí, ustedes
saben, uno de los más jodoncitos, de los que no se sientan al frente. Entonces
resulta que los que se sientan en el medio es porque quieren ser el centro de
atención, o al revés, porque se quieren desaparecer en el montón. Y los que se
sientan atrás es porque son así medio rebeldes, como que quieren estar aparte.
Y todos nos miramos unos a otros. Y yo me quede así como que pensando y pensé:
me cago en la potoroca. ¿Dónde carajo me voy a sentar? ¡Dónde rayete quiere que
se siente uno sin que salga uno jodido! ¿En la falda suya? ¿En el piso pa que
barran el piso con uno comoquiera? ¿Dónde se hubiera sentado usted señorita?
¿Ah? ¿Dónde se hubiera sentado? ¡Y dígame por que! ¿Por qué no mas allá o por
aquel otro lao? ¿Usted es de las alcahuetas o de las rebeldes o de cuáles? Coño
la verdad es que hay gente que vino a este mundo a complicarnos la existencia.
¡No voy a decirles dónde me senté yo! Palo si boga y palo si no boga. ¡Todo el
mundo estaba lo mas tranquilo sentado en su sitio hasta que vino esa señora a
jodernos la cabeza con toda esa bazofia!
Pero
uno va adaptándose poco a poco. Como a todo en la vida. Hay que adaptarse a cualquier cosa, a
lo que sea. Por eso estoy aquí. Como decía mi abuela, hay que adaptarse a todo.
¡A todo, coño, a todo! ¿Saben lo que es eso? Lo malo es adaptarse a la
adaptación, pero eso es lo de menos aunque quizás lo de más. Es mejor que ella
no me haya venido a avisar y aparecido aquí de momento porque si me cogen escribiendo van a querer meter las narices en
lo que no les importa. Primero la secre y después el doctor. Cual de las dos
más largas y uno sin tijeras. La de ella tiene mas pelitos. Que raro. Pero si
me coge escribiendo rompo el papel en mil pedazos, así que si ustedes lo llegan
a leer o por supuesto si lo están leyendo ahora es porque no me cogieron con
las manos en la masa. Y yo sé hacer las cosas porque lo estoy escribiendo en
papelitos chiquitos con numeritos en cada uno. Termino un papelito, lo guardo y cojo otro y si me
cogen solo ven un papel chiquito y no le hacen mucho caso, porque a los
chiquitos tampoco se les hace caso, y si lo tengo que botar lo boto, pero me lo
embotello en la cabeza y me quedo con todos los demás en los bolsillos, como
ese cuento raro de gente rara que se dedica aprenderse los libros de memoria
porque los quieren destruir pfff.
Ya
en casa lo pasó todo en papeles grandes pero sin cambiar una sola palabra,
porque cuando uno cambia una palabra puede mejorar pero también puede empeorar,
y si la cambio yo casi seguro empeora, por eso el cuñado mío, a quien aprovecho
para darle mis más infinitas gracias, es el que siempre lo corrige. No crean
que es la primera vez. Ya yo he hecho esto unas cuantas veces y siempre término
botando lo que hago, pero esta vez a lo mejor lo guardo porque quiero que
ustedes hagan jueces. No se como explicarles lo que quiero decirles, o
quizás suena mejor al revés, decirles lo
que quiero explicarles, como sea, no importa. Lo que importa es que esto no es
para condenar a nadie. Al doctor ni a nadie. Pueden estar seguros de eso. Lo
único que pasa es que algunas veces el y yo como que no estamos en la misma
onda, eso es todo, no estamos de acuerdo en algunas cosas, aunque el no sabe
que yo no estoy de acuerdo con el, y yo quisiera que otras personas de afuera
me ayudasen por favor a ver si el es el que siempre esta bien o si yo a veces
puedo ser quizás el que tiene la razón. O sea, cuando estoy con él como que él
esta bien en todo y siempre tiene la razón, y yo como soy el paciente que esta
jodido, con el permiso de los jueces que sean señoritas, pues siempre soy el
que esta mal y nunca tiene la razón. O sea, que yo los necesito a ustedes como
árbitros y por eso no voy a botar esto, para que ustedes lo vean, y yo los veo
a ustedes como mis amigos pero no deben dejar que esto tenga influencia sobre
sus opiniones y tampoco quiero que piensen que estoy tratando ahora de comerles
el cerebro. Si nos vemos en la calle, pues chido, podemos hacer cualquier cosa
juntos, como decía un maestro mío en la escuela, pero esto es otro asunto, esto
es un asunto serio, un asunto casi de vida o muerte porque dependiendo de cuál
de los 2 tenga la razón pues yo me tiro mas para un lado o para el otro. Y dejo
de mecerme. Porque a veces estoy más allá y a veces mas acá. Y uno de los 2
tiene que estar mal. Por eso quiero la opinión de ustedes. O sea que esto puede
decidir mi vida. Por eso les pido la mayor seriedad posible y no dejen que las
emociones pongan una venda sobre los ojos ciegos de la justicia. Porque si ya
esta ciega no hay que ponerle venda. ¿Entienden? Y recuerden que yo estoy aquí
por loco, no por bruto ni por pendejo. ¿Me entienden? Por que a veces ni los
psiquiatras entienden, y nadie entiende, y no entienden que no entienden que no
entienden. Y esto es serio. Porque a veces yo bromeo pero son bromas serias.
¿Entienden? Porque cuando uno está así la broma es lo mismo que lo serio. ¿Se
fijan? Y de momento todo es serio. Y ahí es que se jode uno. ¿Ven?
No,
pero miren, no, el doctor es buena gente, yo no hago esto porque sea malo. Dios
me guarde. Lo que pasa es que tienen esa cuestión, tú sabes. Entonces por ser
buena gente yo no me voy a dejar joder. Y no es que el me quiera joder a mi,
asi de maldad. El me quiere ayudar mucho. Si para eso es que le pagan mucho. Lo
que pasa es que yo mismo no se explicar entonces la forma en que me jode. Debe
ser culpa mía. Yo ya estaba jodido desde
antes. Pero aunque sea algo en mi manera de ser yo no puedo dejar que su manera
de ser me joda y la verdad es que hay algo en su manera de ser, yo no se que,
que me jode y me requetejode y ya se está jodiendo todo lo que estoy
escribiendo con esta jodia palabra, y yo quiero mejorar, porque si no mejoro,
me jodo. Pero que pasa, que yo cuando estoy jodido, con razón o sin razón, si
no me pongo rebelde me quedo ahí mismo, jodido. Donde estoy. Y a veces para
estar jodido es mejor estar jodon. Un jodon jodido. Que se jodan los demás, que
se joda todo el mundo, pero entonces uno se jode mas todavía. Que jodienda ¿ah?
Y entonces me doy cuenta que cuando estoy más jodido, cuando estoy que no pego
una, es cunado el esta mas contento. Yo se cuando se pone contento aunque no se
ria ni se sonría porque le conozco la contentura cuando se le llena la cara,
que bastante grande que la tiene, de confianza y como que se estira la barriga,
y es casi siempre cuando le da un haloncito con las 2 manos a la solapa del
chaquetón como para recordarme que el es el que lo tiene puesto. Y entonces
cuando por fin un día pego una, es cuando mas serio se ve. Por eso ahora mismo
me siento chévere, como hacia tiempo, porque estoy haciendo esto que no lo va a
poner nada contento, sobre todo porque no lo va a ver, porque yo no voy a dejar
que lo vea, y ustedes van a pensar que yo le estoy cogiendo manía, y lo malo es
que yo creo que no se equivocan, pero yo
reconozco que eso debe ser otro de mis síntomas. Miren, yo confieso que
yo tengo síntomas, yo soy un saco de síntomas, y no lo niego porque todo el
mundo, el que más o el que menos, tiene síntomas, así que ustedes tampoco deben
sentirse mal. Y yo le recomiendo a los psiquiatras que perdonando mi
atrevimiento ustedes también deberían tratar de disimular sus propios síntomas
porque me he dado cuenta que todos tenemos problemas y ustedes no deben
sentirse tan mal de tener problemas porque también son humanos, pero todos los
problemas tienen síntomas, y en la terapia deben practicar a disfrazar un poco
mas sus síntomas cuando están cono nosotros para evitar que unos síntomas se
crucen y se mezclen y se enreden con otros síntomas y se forme un revolu de
síntomas como un cortocircuito porque hay un cable positivo que esta pelao,
aunque se supone que el positivo nunca se pele, y hace contacto con el negativo
que desde el principio está pelao y cuando esto pasa le dan ganas a uno d salir corriendo de la oficina
porque es como si uno de momento se da cuenta que el electricista esta
electrocutado. Por eso yo me despego y me confundo y trato de asomarme entre
los síntomas y lo miro a la cara, y de momento no sé si soy el caso que estoy
alado de allá o si está al lado de acá del escritorio o si es que hay como un
espejo en el miedo, o sea en el medio, o es solo un cristal frío, a menso que
los ciegos estén guiando a los ciegos y seamos todos casos. Auque para l ciego
no hay espejos y un psiquiatra es como tener muchos ojos. Y muchas bocas. Por
qué casi nunca hablan, pero cuando hablan, y hablan y hablan y hablan y
cualquiera diría que no saben lo que están hablando porque marean y enredan
tanto las palabras, unas palabras con otras palabras, que forman un revoltillo
de palabras, como cuando uno bate los huevos que le da vueltas y mas vueltas
hasta que se vuelven amarillos como el sol, pero un sol que da directo en los
ojos y en vez de alumbrar a uno lo ciega. Y ellos con muchos ojos y nosotros
ciegos. Y cuando uno por fin mira lo que ve es el plato ese de espaguetis
enredados en la salsa esa bien colará que parecen un montón de ombligos mal
cortados de niños que al nacer reciben las nalgadas de personas que piensan que
las dan para hacerlos respirar pero que las dan en realidad para hacerles daño.
Como mi psiquiatra. Y no saben que todos los niños, como los locos, aunque se
suponen que no lo hagamos, nos damos cuenta, mucha cuenta, demasiada. Los que
parece que no se dan cuenta son ellos. Con todo y su montón de ojos. O yo no se
si se darán cuenta, pero lo disimulan mas que bien. Porque a veces ni saben de
lo que uno esta hablando. Como ahora mismo. Porque yo se que no saben, y eso me
hace saber algo más que ellos no sabe. Ah y mucha gente piensa que los niños
también dicen disparates. Eso es todo.
O no
es todo en realidad porque hablando de ciegos y espaguetis eso me recuerda la
vez que me quiso dar a entender que las ideas rebeldes mías se deben a que una
vez el viejo mío me amarro por 4 horas a una silla y me dio unos cuantos
cocotazos hasta que me hizo comer los espaguetis de lata aquellos que el había
comprado y que a nadie en casa le gustaron pero yo fui el que abrió la boca y
dijo que sabían a tomate podrido. Pero que pasa, que le explique entonces al
psiquiatra que en casa le hacían eso a todo el mundo y que en el barrio mío
amarraban y le hacían cosas peores a casi todos los chamaquitos de por allí,
pero casi ninguno de los chamaquitos de casa ni de por allí salió con las ideas
mías. Ósea, porque el tipo me está diciendo que mis idas no valen un carajo,
que salieron todas del amarrón de la silla, como si a el nunca le hubiesen
hecho nada, pero yo se que a el le han hecho algo y aunque le han hecho no va a
decir lo que le han hecho porque no quiere decir que sus ideas se deben a eso
que le han hecho. Mis ideas si, pero las de el no. Que lindo esta eso. Ahhh
bueno. La misma moneda. Y también le pagué con la misma la vez que le conté un
sueño con unos camarones que estaba usando de carnada para pescar, no recuerdo
si detrás de la princesa o por el frente de san jerónimo porque en los 2 sitios
se pesca bien. Aunque a mí me gusta pescar en el agua clara y ya no se puede
pescar por la princesa porque cada vez que uno tira el anzuelo desde el
muellecito lo que saca es un reguerote de papel de inodoro embotellao en el
anzuelo y no es de ninguna princesa. Coño, y ahí todo el piso del mar parece
que esta lleno del papel asqueroso ese. Imagínense eso. El mar. No se salva ni
el mar. Ni el fondo del mar. Yo quisiera saber quien fue el puerco que mando a
echar todo eso ahí. Iba a estar buceando como por un año. Lo que llevo yo de
terapia. Sacando también mi propia mierda. Y como dice el doctor que el mar
quiere decir el inconsciente… bueno pero el asunto es que el doctor me dio a
entender que el camarón que yo enganchaba en el sueño en el anzuelo quería
decir el miembro mío. No se como carajo llego a esa conclusión, estaba como que
enlatando los espaguetis de nuevo después de habérmelos vomitado encima, pero
hizo un empate ahí diciendo que el pargo que venia en el sueño a comerme el
camarón quería decir que yo tenia miedo que me castraran. Entonces yo no le
dije nada, pero me quedé un rato mirando el retrato que tiene en su escritorio
debajo del cristal, al lado del que esta con una escopeta y un pájaro
acribillao, pero en este aparece agarrando con la mano derecha una barracuda
grande que él mismo pescó y con la izquierda un trofeo, y me ha contado como
14 veces que a todos sus pacientes se
les hace difícil creer que con ese anzuelito pequeño que tiene también por allí
encima del escritorio pudo coger una picúa tan grande. Entonces yo pensé en
decirle mire doctor, si el camarón mió es un síntoma de algo, la barracuda suya
es un síntoma mas largo todavía. Y yo mirando la barracuda para que se acabe de
dar cuenta. Pero no se dio cuenta o no se quiso dar cuenta de la mirada mía. A
lo mejor se hizo el chivo loco. Porque la verdad es que era una picua tan larga
que el carajo, y con unos dientes que si le llegan a coger un dedo al doctor
¡ay bendito! Se lo castra.
Y
hablando de todo un poco, en el barrio mío le dicen picúa al que se deja coger
de suruma, tu sabes, de mango bajito, y los que vivíamos mas debajo de la vía
éramos mas listos para muchas cosas que los blanquitos que vivían más arriba y
como el doctor este parece bastante blanquito a lo mejor no era tan listo
cuando chiquito y quiere ponerse al día ahora, tu sabes, de las gentes que se
las sabe todas, que se quieren pasar de listo y coger a todo el mundo de picúa,
y por eso yo pensé que si el había
cogido una picúa tan grande con un anzuelo tan pequeño podía enganchar a
veinte como yo con ese montón de diplomas que tiene tendidos en la pared,
porque después de las primeras 3 citas me disparo con una cuenta mas larga que
el yate nuevo que se compro y tuve que hacerle un cuento pa que me baje la
cuenta inventándome síntomas de los pocos que no tengo pa que me deje respirar.
Porque esta violento eso de pensar que cada uno de los que estamos jodidos
tenemos un castigo por estar jodidos, y tenemos que contribuir con algún embeleco
para su yate. Pa acabar de jodernos más. Si, porque además de estar jodidos de
la cabeza se nos acaba de joder el bolsillo también y un problema trae otro
problema y otro y otro. Yo no se como rayos se las arreglan esos que llevan 15
y 20 años despellejándose el alma en las
terapias mientras les despellejan los bolsillos porque, mi pana, la
verdad es que hoy en día es un lujo enfermarse. Eso dice mucho de un país
¿verdad? Y esta el loco por ahí que hace orilla, son mas los que están sueltos
como dicen, pero el psiquiatra dice que mas vale pájaro en mano que cientos
volando, tu sabes, vale más pa su bolsillo. Pero además de inventarme más
síntomas y ponerlo a pensar en pajaritos preñaos, le metí el paquete de que tan
pronto me mejorase un poco iba a hacer billetes largos en un trabajito que me
ofreció uno de los 5 cuñados míos. Como yo conozco la gasolina que hace caminar
a esta gente decidí echarle ese tigre en su tanque, y le dije eso del trabajo
para que se entusiasmara en curarme para yo poder pagarle entonces todo lo que
le debo. Y parece que mordió el anzuelo porque después de eso como que cogió
impulso y sacó más fuerzas de algún lado para tratar de sacarme del atolladero,
pero entonces aunque yo salía un poco le daba a entender que estaba mas atollao
de la cuenta y me inventaba algunos sueños y todo eso pa que goce, porque
cuidado que gozan con los sueños los muy
condenados. ¡Ay virgen qué querrá decir eso! ¿Verdad? Ese gustito en los sueños
ajenos. Así que yo le daba por donde le gustaba y le seguía soltando hilo.
Porque yo estaba atollao pero si halaba muy duro el hilo se partía y me quedaba
yo como una chiringa al garete. Y hablando de abollamientos acaba de salir
ahora la señora Romeu peinándose, así que más vale que esconda esto y después
les cuento.
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